lunes, 21 de diciembre de 2009
Video de Sogyal Rinpoché en inglés
sábado, 21 de noviembre de 2009
El Pájaro Carpintero y el León (Cuento Jataka)
Un día, volando sobre la gran espesura del bosque, vio a un león revolcándose en el polvo. Los leones son los animales más fuertes y feroces de todos los animales, pero este león estaba llorando y quejándose lastimeramente y toda su piel estaba sucia y raída.
“¡Oh! Rey de las Bestias” le llamó el pájaro carpintero “¿Qué sucede, estás enfermo o herido, o acaso la flecha de un cazador te ha dañado, te ha mordido alguna víbora, en qué te puedo ayudar?”
“¡Oh! doctor del bosque” sollozó el león. “Estaba yo golosamente comiendo demasiado, muy rápido y un fragmento de hueso se me encajó muy adentro de la garganta. No lo puedo extraer, aunque trate de pasarlo o expulsarlo, así que estoy en tremenda agonía. ¿Crees que puedes ayudarme?
El pájaro carpintero tenía mucha experiencia para resolver problemas, así que rápido pensó cómo auxiliar al pobre león. Recogió del suelo un pedazo de madera, le pidió al león que abriera la boca y colocó el madero entre los dientes superiores y los inferiores para evitar que el león cerrara las fauces. Entonces, entró valientemente a la boca del león y llegando a lo profundo de la garganta, con cuidado extrajo con su largo y fino pico el pedazo de hueso. Antes de salir, pateó hacia afuera el pedazo de hueso y así resolvió el problema del león. Aunque esto hubiera sido difícil para la mayoría de los doctores, el entrenamiento de Bodhisattva le permitía llevar al cabo tareas imposibles de realizar.
El león agradeció efusivamente al pájaro carpintero por haberle salvado la vida. Cualquier ente civilizado hubiera quedado eternamente agradecido por esa cura, lo que conlleva una gran obligación del recipiente para con su benefactor. El pájaro carpintero estaba tan feliz como el mismo león, por la gran satisfacción que sentía al ayudar a otros a resolver sus problemas. Como Bodhisattva, viendo la felicidad de otras personas lo hacía más feliz que su propia buena fortuna y ni se fijaba si le agradecían o lo alababan.
Mucho tiempo después, se presentó una hambruna en esa región. No había llovido desde hacía varias semanas, las plantas que servían de comida lentamente se secaron y desaparecieron. Los hambrientos animales no encontraban alimento. Mientras el pájaro carpintero volaba hambriento buscando que comer, se topó con el mismo león que estaba devorando un antílope. El pájaro carpintero nunca comía carne de animales, por que no quería lastimarlos Pero ahora estaba tan hambriento que pensó que sería admisible comer un poco de carroña del antílope, ya que el león no lo había matado para que el pájaro carpintero se alimentara.
Los preceptos budistas mencionan tres casos en que es permisible comer carne, y este era uno de éstos. De cualquier forma, comer carne trae consigo complicadas cuestiones morales, por lo que es mejor definitivamente no comerla. Cuando ves a alguien con un comportamiento que va en contra de tus principios, lo debes interpretar como advertencia de que esa persona no comparte tus principios, por lo que debes mantenerte alejado de ella. Pero de cualquier forma, el pájaro carpintero no quería verse suplicando por algo, por lo que sólo se trepó a la rama de un árbol cercano, deseando que el león le ofreciera un bocado.
El león, por naturaleza, era egoísta y ambicioso, debido a que la semilla de la compasión del Bodhi no se había sembrado en su cerebro, y que nunca se le había enseñado como comportarse en una manera civilizada. Aún que él recordaba al pájaro carpintero, no quiso compartir su comida con nadie, ¡aun con aquel que le había salvado la vida!
Es verdaderamente triste que cuando las personas están necesitadas, se pueden comportar humildemente, pero tan pronto se sienten liberados y seguros nuevamente, frecuentemente se vuelven arrogantes.
Aun más, durante las crisis, como en los tiempos de hambruna, la gente debería ser especialmente generosa y compasiva hacia los demás. Pero el león solamente gruñó con desprecio: “Vete pequeño pájaro, ¡esta comida es sólo mía! Deberías agradecerme que no me comí tu cabeza cuando estabas dentro de mi boca. Yo soy el león todo poderoso. Yo puedo hacer lo que me plazca, ¡todos me tienen miedo, así que vete, antes de que pierda la paciencia y te devore!
El pájaro carpintero estaba sorprendido por la actitud del león, tan grosero y desagradecido, e inmediatamente se alejó volando, desplegando toda la belleza y poderío de los pájaros. Debido a que el reino animal está gobernado por la estupidez y falta de compasión, la ingratitud del león no le causó mayor sorpresa, pero sí le produjo gran frustración, por que el pájaro carpintero siempre esperaba lo mejor del prójimo y siempre sentía mucho que la gente causara mal karma.
Mientras volaba por las nubes más altas, el pájaro carpintero se encontró con un alborotador espíritu del cielo, quien estuvo observando y escuchando desde las alturas su conversación con el león. Tal vez el espíritu estaba enojado por que el pájaro carpintero fue maltratado o tal vez solamente quiso probar su integridad, pero de cualquier manera se dirigió a él como si fuera cualquier persona.
“¡Oh! Magnífico pájaro carpintero, recuerdo que ayudaste a ese león tiempo atrás cuando se encontraba en un terrible sufrimiento. ¿Por qué ahora le permites que te insulte de esa manera? ¿Por qué no te enojas y le respondes por su grosería? ¿Por qué no le quitas parte de su comida o lo atacas a picotazos? ¿O por lo menos por qué no le devuelves los insultos?”
“¡Por favor no digas eso!” le contestó el pájaro carpintero. “Me niego a enojarme ante cualquier circunstancia. Yo sólo ayudé al león por que me hace feliz ayudar a otras criaturas, no por que espere alguna recompensa. Así que si él es grosero conmigo, lo único que hago es alejarme volando y buscar ayudar a alguien más. Tengo decidido que nunca me enojaré, de tal manera que pueda yo pensar con claridad y pueda resolver problemas y no crearlos.”
El pájaro carpintero estaba mostrando que una vez que descubres que una persona no comparte tus valores, o tiene una actitud equivocada, te le debes apartar mesuradamente para evitar su influencia negativa. Actuando de otra manera puedes poner en peligro tus principios. Las personas deben cuidar sus mentes de aceptar pensamientos malignos para evitar cometer actos malignos.
“Y” continuó, “una chispa de maldad puede incendiar el bosque acabando con sus méritos y virtudes. Cuando las personas pierden su buen juicio, empiezan a cometer estupideces y a pelear, mostrando la parte oscura de su naturaleza. Y no paran, a menos que alguno de ellos llame a la calma. Pero estar enojados y ser vengativos nunca resuelve nada.”
Como puedes ver, después de muchas vidas de entrenamiento y habiendo desarrollado la sabiduría y la comprensión compasiva de los seres vivos, hay gente virtuosa como este pájaro carpintero acostumbradas a practicar la bondad, que su reacción natural es portarse adecuadamente a pesar de que sean seriamente provocados.
El espíritu del cielo no estaba realmente convencido de que el pájaro carpintero estaba en el camino correcto. “Pero, doctor del bosque” preguntó, “¿por qué ser amable hacia una persona que no es amable con uno, desde luego no lo merece.”
“Por que no quiero convertirme en una persona malvada y perversa” contestó el pájaro carpintero. Por eso no me enojo cuando alguien me trata mal. Aquellos que tienen principios deben mantener su integridad todo el tiempo. El león nunca tuvo la oportunidad de aprender a portarse bien, a ser una buena persona, y probablemente piense que se justifica portarse de la manera en que se comporta, basándose en percepciones equivocadas que tiene de sí y del mundo. Si yo me empiezo a portar como un malvado sólo por que se portó mal conmigo, entonces me convertiré en un malvado también. ¿Te das cuenta qué fácil es para una buena persona convertirse en un malvado? Simplemente cometiendo maldades te convertirás en un malvado, por que todos somos responsables de nuestros propios actos.
Ese león sufrirá por sus propios actos, sin que necesariamente aprenda algo por eso. Pero bajo condiciones favorables, eventualmente empezará a desarrollar una mejor comprensión del mundo y aprenderá a convivir de una mejor manera. Entonces se convertirá en una buena persona. Por eso no quiero que sea mi enemigo.”
El pájaro carpintero sabía que la gente malvada puede volverse buena, y que los buenos pueden convertirse en malvados. Todo depende en la forma en que manejen las diversas situaciones. Aun más, justamente como la gente verdaderamente virtuosa y valiosa es respetada en todas partes, así las acciones perversas arruinan la reputación del individuo más respetado, y eso le dificulta alcanzar sus objetivos.
“¿Pero por qué pretendes que el perverso león sea bueno y llegue a ser feliz? Insistió el vengativo espíritu del cielo. El espíritu se aferró a la antigua creencia de que las características de las personas son imposibles de modificar, y que nunca podrían comprender la tontería que es albergar resentimientos y cólera.
El pájaro carpintero respondió: “No quiero nada del león, lo que quiero es lo mejor para él. La gente malvada y envidiosa es gente triste y miserable por que nunca están satisfechos y por que nadie los aprecia. La gente estúpida sufre a consecuencia de sus propios actos y nadie puede escapar de su propio karma. Pero si aprendieran como ser buenos, podrían purificar su karma y serían recompensados por su esfuerzo. Encontrarían satisfacciones y amigos. Pero, no se le puede enseñar a la gente el Dharma hasta que las condiciones son propicias y por sí desarrollen una actitud receptiva.”
Insistió el espíritu del cielo: “¿Cómo sabes que la gente buena encuentra la felicidad y que por ser felices harán que el mundo sea mejor?
“Por que todas las criaturas quieren ser felices y temen sufrir. Quieren ser tratadas con bondad. Si aceptaras que todas son tus amigas y te preocuparas por ellas como por tu propia familia, entonces les ayudarías a mejorar sus vidas, así eventualmente los frutos de tus buenas acciones se extenderían hacia todas las criaturas vivientes.
Contestó el pájaro carpintero: “Aún desde un punto de vista egoísta, puedes comprender que si todos los seres vivos comenzaran a ser honestos y compasivos y dejaran de lastimar al prójimo, entonces reinaría la paz y la armonía en el mundo y todos serían felices. Aún más, estarían creando buen karma para sus vidas futuras. Al final de cuentas, todos dependemos de los demás para sobrevivir. Nadie es completamente autosuficiente.”
“Bien”, dijo el espíritu del cielo, “Tu eres verdaderamente fuerte, sabio, compasivo y amigable hacia todas las criaturas, por que mantienes tu integridad independientemente a como te trata la gente, y no te vuelves malvado cuando te tratan mal. Ni te dejas influir por la gente malvada. Eso demuestra que eres fuerte y poderoso en tus adentros. Puedo ver que eres más sabio y sagaz que muchos Brahmins que han conducido la vida espiritual por décadas. ¡Desearía que hubiera más personas como tú en este mundo! Entonces los débiles que tratan de mejorar tendrían más buenos ejemplos a seguir. De ahora en adelante trataré con toda mi fuerza de ser como tú.”
Le obsequió al pájaro carpintero algunas frutas que había recolectado esa tarde para que calmara su hambre. Entonces se alejó volando para contar a sus amigos acerca de la sabiduría y la fuerza que brinda el no enojarse.
Entonces el pájaro carpintero regresó a su trabajo de ayudar a todas las criaturas y a enseñarles a ser bondadosas compasivos y sabios.
Así que la moraleja de esta narración es que los verdaderos practicantes del budismo harán el esfuerzo necesario para eliminar toda animosidad de sus corazones, y respetarán y cuidarán a todos los seres vivos como si fueran el propio Buda. ¡Después de todo, los seres vivientes son Buda y Buda es todo ser viviente!
traducido de The Lion and the Woodpecker por Raúl Ortega
viernes, 20 de noviembre de 2009
viernes, 16 de octubre de 2009
Esta vez el lugar ha sido Barcelona, en un céntrico hotel de la ciudad condal, donde alrededor de 400 personas se han unido para recibir enseñanzas de Budismo Tibetano de uno de los lamas que más está trabajnado por la transmisión de estas enseñanzas en occidente.
Como siempre Rinpoché estuvo maravilloso, y eso se notó la audiencia, que escuchaba con gran atención cada palabra.
Poder contar con Maestros como Rinpoché es una gran suerte, ya que transmite enseñanzas ancestrales, llenas de sabiduría, cuyo principal objetivo es alcanzar la felicidad. Y lo hace de un modo tan sencillo, tan natural que incluso quien nunca haya escuchada nada acerca de budismo puede comprender la esencia de esta filosofía.
Gracias Rinpoché.
viernes, 2 de octubre de 2009
Sogyal Rinpoché visita Barcelona
Sogyal Rinpoché, Maestro tibetano autor de "El Libro Tibetano de la Vida y la Muerte", visitará Barcelona el fin de semana del 10 y 11 de Octubre para impartir un curso abierto sobre meditación y budismo.
Todo el que quiera puede asistir a conocer y escuchar a este gran lama, y a iniciarse o perfeccionar sus conocimientos de meditación e iniciar la búsqueda de la Felicidad.
Más información e inscripciones se pueden encontrar en la página de Rigpa España
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Milarepa
Desde que estuve en Lerab Ling y descubrí la figura de Milarepa, se ha convertido en otro Gran Maestro para mi.
Milarepa fue un yogui, santo y poeta tibetano que vivió en Tibet del año 1052 al 1135. Después de pasar por una dura infancia, su madre le pidió que parendiera magia negra para vengarse de sus tíos, que les habían arruinado a la muerte de su padre.
Milarepa lo hizo, y con su magia produjo una masacre en la que murieron muchas personas.
Arrepentido se marchó a las montañas, donde encontró a Marpa, un maestro budista que le introdujo en el Camino del Dharma.
Milarepa compuso cientos de cantos de una gran belleza, que están recogidos en su obra "Cantos de Milarepa. Vida y enseñanza del Santo-poeta del Tibet". Este libro está descatalogado en España, pero se puede descargar en PDF en internet.
Merece la pena conocer a este maestro tibetano.
martes, 8 de septiembre de 2009
miércoles, 26 de agosto de 2009
Lerab Ling
Lerab Ling es el lugar de referencia de Rigpa, una asociación de carácter internacional que, siguiendo las enseñanzas del Maestro Sogyal Rinpoché (autor del Libro Tibetano de la Vida y la Muerte, ed. Urano), reúne a estudiantes de todo el mundo que quieren profundizar en sus conocimientos de Budismo Tibetano, y mejorar su estado mental trabajando por ellos mismos y por el bien de la humanidad.
Cada año se celebran múltiples retiros de meditación en Lerab Ling, algunos abiertos al público y otros solo para los estudiantes de Rigpa.
Además, los domingos por la mañana hay visitas abiertas al público para que puedan disfrutar de este mágico lugar.
A veces la vida brinda oportunidades maravillosas de aprendizaje, y Rigpa es uno de esos lugares en los que aprender es practicar, actuar e integrar las enseñanzas al día a día.
Desde aqui todos mis respetos y admiración a Rigpa, Lerab Ling y sobre todo a Sogyal Rinpoché por su labor y su entrega.
sábado, 1 de agosto de 2009
Paradojas a la orilla del Mar
Llegó a la orilla del mar, se detuvo y silenciosamente escuchó el sonido del agua meciéndose pausadamente. “Nos sentimos atacados en cuanto alguien trata de ayudarnos a ver nuestro errores (o nuestras virtudes). Nuestro ego nos impide aceptar que nos equivocamos y en lugar de tratar de aprender, nuestro batallón de defensa sale a la carga: ¡yo soy así! ¡Es mi personalidad y no la puedo cambiar! ¡Me gusta como soy!¡¡¡Que ciegos estamos!!!".
Allí, de pie frente al Mar, respiró profundo y miró al horizonte, donde la luna se fundía con las estrellas.
“Con lo maravillosos que es esto, lo mágico que es sentirse bien ante espectáculos tan sorprendentes de la vida, y en lugar de disfrutar de unos días de descanso nos dedicamos a discutir y discutir por tonterías… ¡que más da quien haya puesto la mesa o quien haya hecho la comida! Hoy la hago yo y mañana otro. ¡Ojala todos los problemas del mundo fueran como ese!... ¡Vaya, una estrella fugaz! Realmente tengo que empezar a navegar…"
Comenzó a andar por la orilla en dirección a unas rocas. No había nadie en la playa, y la distancia al camping era la suficiente como para no ver ninguna luz. Tan solo las estrellas y
“Me gusta esta sensación. Me gustaría tanto vivir una temporada cerca del mar, poder estar aquí cada vez que lo necesite. No se que me da el mar pero me hace sentirme libre, me hace sentir algo especial. Es tan serena y tan brava, tan profunda y tan superficial a la vez… A veces me pregunto cual será la fuerza que la mueve, que la hace mantenerse en constante cambio, en constante movimiento… ¿Cómo no vamos a cambiar las personas? Y aun así nos empeñamos en no hacerlo porque pensamos que de ese modo perdemos aquello que nos distingue del resto. Pero creo que el cambio es inevitable ¿Acaso no cambia la luna cada día, y no cambian las plantas, y la tierra, no cambia nuestro físico con el paso de los años? ¿Por qué no cambiar entonces aquello de nosotros que no nos satisface en lugar de resguardarnos en el ego? Claro, suena muy fácil pero luego hay que aplicar la teoría a la práctica…”
Sin apenas darse cuenta había llegado hasta el lugar donde terminaba la playa y comenzaban las rocas. Esa playa no era muy grande. Estaba rodeada de altas montañas semi desérticas cubiertas de plantas que sobreviven a altos grados de temperatura. Había algunas palmeras salvajes cerca de la orilla que, con el sonido del viento, emitían un suave canto junto con el mecerse del mar. El entorno llevaba, sin poder ni querer evitarlo, a la reflexión, a la meditación sobre algunos aspectos de nuestras vidas que tarde o temprano nos hacen dudar de aquello que nos han enseñado como “real”, de esos principios que nos han sido inculcados como paradigmas ante los que no cabe la duda. Y sin embargo dudamos…
“¿Debo seguir andando? Las zapatillas que llevo no son muy buenas, pero parece que la luna ilumina lo suficiente. Se, se ve bien, pero… se van a preocupar por mi. He salido tan disparado que igual piensan que… No pasa nada, ya me conocen. Estas rocas son realmente preciosas, me apetece seguir. Además, no son tan peligrosas y ya conozco el camino. Necesito sentarme un momento frente al acantilado y reflexionar”.
Comenzó a caminar por las rocas que entraban en
“Parece que no resbala demasiado. Me gusta la noche, si. Me gusta caminar de noche, y el mar a estas horas, así de calmado, parece una piscina gigante. ¿Cuánto tiempo llevaré fuera? He perdido la noción del tiempo; ojala siempre pudiéramos y supiéramos perder la noción del tiempo y vivir el momento. Pero tenemos tantas preocupaciones, tantas comeduras de cabeza… nos preocupamos por el futuro y se nos olvida vivir el presente, y así día a día llegas al final de tu vida y te das cuenta de que no te has enterado de nada, y entonces ¡a volver a repetir! Una y otra vez hasta que aprendamos a Ser a cada instante, a sentir cada momento, a amar, a vencer miedos y temores que se nos inculcan desde pequeños: “no toques eso, no vayas allí, cuidado con aquello…” y así toda una vida. Barreras y más barreras. Creemos que somos libres pero realmente estamos encarcelados. Vaya, parece que esto empieza a ponerse complicadillo”.
Se detuvo un momento agarrándose fuertemente a las rocas, pues la alfombra de piedras que se adentraban en la mar comenzaban a desaparecer, lo que le obligaba a empezar a ascender colina arriba.
“Claro, es la parte del acantilado ¿Ya? He llegado rápido. Bueno, pues arriba, aunque tengo que tener cuidado porque la caída desde aquí al agua es peligrosa. Pero hay que vencer el miedo”.
Comenzó a trepar. De pronto, desde lo alto del acantilado llegó un sonido, como si alguien estuviera golpeando una piedra con un palito una y otra vez.
“¿Habrá alguien ahí arriba? Pero ¿quién puede haber aquí a estas horas? A lo mejor el sonido viene del mar. No, no, viene de lo alto de la colina. Es extraño, no suele haber mucha gente en esta playa y menos de madrugada ¿Será algún animal? Pero aquí no hay animales, es desierto. Y ya no puedo volver; no, volver es peligroso. Creo que tengo que seguir adelante. Ha parado, ahora no oigo nada. ¿Me habrán oído? Bueno, tranquilo, si te pones nervioso es peor y no hay más alternativa que subir.
Otra vez ¿Qué estará haciendo? Quizá si voy más despacio se vaya, o a lo mejor puedo esquivarle. ¿Sabrá él que estoy aquí? ¡Si es que me meto en cada una! Quién me manda estar aquí colgado a las tantas de la madrugada. Y nadie sabe que estoy aquí. Si me caigo al mar… bueno, ya me encontrarán, o sino me comerá algún pez. Ya me queda poco para llegar. Otra vez ha parado ¿a que estará jugando? Quizá me ha oído y se cree que soy algún animal y me quiere asustar ¿Debería decir algo? No, mejor voy a llegar arriba y a ver que pasa. Vaya, yo solamente buscaba un poco de tranquilidad. Si me hubiera quedado en la playa… Bueno, no pasa nada.”
Continuó colina arriba, y aunque sentía algo de temor, su deseo de aventura y de llegar a lo alto fueron mayores que el poder del miedo y la duda.
“No se por que me asusto ¿A quien puedo temer? Estoy aquí solo, en medio de este lugar, y además cualquier encuentro en este momento sería mágico”
Pero al llegar a lo alto no encontró a nadie. El sonido había cesado. Miró a su alrededor y continuó su camino, ahora más relajado y disfrutando tranquilamente del reflejo de la luna sobre aquella inmensidad uniforme de la mar.
Su inconsciente le había jugado una vez más una mala pasada, haciéndole no solo escuchar extraños sonidos sino permitiendo que el miedo se apoderase de él. Pero ahora se sentía relajado, y con cada bocanada de aire exhalaba algo más que le había bloqueado en su interior: ideas, sentimientos, reflexiones que le impedían fluir en determinados momentos y ante determinadas situaciones.
Aquel sonido había sido liberador, y se sentía con fuerzas para volver y tratar de resolver, sin dañar a nadie, aquel ahora insignificante conflicto que le había llevado hasta allí.
Pero antes de volver se sentó unos minutos al borde del pequeño acantilado y observó el mar. Y lo vio tan bello como nunca antes. Pensó de nuevo en el poder que estaba poniendo en funcionamiento aquel mundo oculto, nuestro mundo oculto. “Energía, todo es pura energía. Algo extraordinario ocurre a nuestro alrededor sin que seamos conscientes de ello, sin que apenas nos demos cuenta. Tenemos tantas preocupaciones que nos olvidamos de mirar y sentir la belleza y la energía a nuestro alrededor, dejando que por encima de esa energía aflore el ego, la envidia, el odio, esos sentimientos tan primitivos e irracionales que se diría que todos estos millones de años que el hombre lleva sobre la tierra han servido para poco… Si tan solo pudiéramos, supiéramos sentir plenamente la belleza del mar…”
Y con ese pensamiento se levantó para ponerse de camino al camping.
Al poco de reemprender la marcha comenzó de nuevo a escuchar el sonido, pero esta vez era más cercano.
Tranquilamente se fue buscándolo, atraído por él. A lo lejos vislumbró una silueta de una persona sentada que hacía sonar un palito sobre una piedra, emitiendo lo que le pareció un sonido envolvente en el silencio de la noche.
Poco a poco se fue acercando, y cuando estuvo a la distancia adecuada para ser escuchado tan solo dijo: “Buenas noches”.
La persona, algo asustada, soltó el palito dejándolo caer. Él se agachó, lo recogió y se lo entregó.
Y tranquilamente se sentó a su lado…
Cristina Iglesias
lunes, 27 de julio de 2009
Las dos sortijas
Dice así:
Cada hermano se colocó en el dedo la sortija correspondiente y cada uno de ellos emprendió su vida por separado. Unos días después, el hermano menor, preguntándose por qué su padre guardaría tan celosamente una sortija sin valor, comenzó a examinarla con detenimiento y, al hacerlo, en su interior, pudo leer:
"Bueno - se dijo -, éste debía ser el mantra de mi padre". Transcurrió el tiempo. La via siguió su curso para ambos hermanos, con sus inevitables fluctuaciones. Vinieron los buenos y los malos momentos; las favorables y desfavorables situaciones; el placer y el dolor. Los cambios de la vida comenzaron a desequilibrar al hermano mayor, que se exaltaba facilmente cuando las circunstancias eran favorables y se deprimía cuando eran adversas. Todo le causaba desequilibrio, de tal modo que tuvo que comenzar a tomar somníferos, a visitar psiquiátras, a someterse a las más variadas terapias y a soportar la insania de la mente. ¿De qué le servía la valiosa sortija de diamantes?
El tiempo huye. Discurría como un río serpenteante la vida del hermano pequeño. También había momentos buenos y malos; alegrías y sufrimiento; situaciones plácidas y dolorosas. Pero siempre tenía presente la inscripción de la sortija de plata: "ESTO TAMBIÉN CAMBIARÁ". De ese modo mantenía una actitud ecuánime y equilibrada, el ánimo placentero y no tenía aversión a lo desagradable. "ESTO TAMBIÉN CAMBIARÁ". No se exaltaba y no se deprimía. Estaba siempre en paz consigo mismo, pacífico y contento, fluyendo en armonía.
Creo que este cuento es muy ilustrativo. A mi me ayuda bastante en mi día a día.
Recopilación de Ramiro Calle
viernes, 17 de julio de 2009
¿Quién fue Ananda?
Ananda (del sánscrito आनन्द, ānanda, ‘alegría, felicidad suprema’) fue primo hermano de Buda Śākyamuni (el Buda histórico) y uno de sus principales discípulos.
Nació en la región de Kapila Vastu, en la tribu de los Śākia y dentro de la casta de los kṣatriya; su madre fue Mriguí y su padre, según diferentes versiones, fue Amitodana o Sukkhodana (en todo caso, ambos fueron hermanos de Suddhodana, el padre de Buda).
Se unió a la sangha, junto con su hermano Anuruddha y otros nobles shakias, cuando contaba con 37 años, durante el segundo año de predicación de Buda, quien posteriormente lo seleccionó personalmente de entre su séquito para que fuera su asistente personal.
Ananda estuvo de acuerdo en servir a su maestro, sin embargo, queriendo evitar que surgiera envidia en los demás discípulos y orgullo en él a causa de su cargo, pidió que se cumplieran ciertas condiciones: no gozaría de privilegios tales como regalos, comida, ropa o alojamiento especial; tampoco acompañaría a Buda a las invitaciones personales con que algunas personas lo agasajaban; por otro lado, pensando en que sus ocupaciones no le apartaran del sendero espiritual, solicitó a Buda tener la posibilidad de consultarle en cualquier momento sobre las dudas de dharma (deber religioso) que pudieran surgirle así como poder volver a escuchar las enseñanzas que su maestro hubiera impartido estando él ausente; finalmente pidió ser él personalmente quien presentase ante su maestro a las personas de fuera que acudiesen a verle. Buda aceptó sus condiciones y así fue como Ananda permaneció junto a él hasta el momento de su muerte, sirviéndole con gran dedicación durante veinticinco años, según consta en el Canon Pali. Si embargo, fue mucho más que un sirviente y su relación con Buda llegó a ser la de una estrecha amistad.
Ananda era tenido en alta consideración por el resto de los monjes, quienes a menudo, luego de que Buda hubiese impartido una enseñanza, acudían a él en busca de exposiciones detalladas gracias a su reputación de poder exponer el Dharma con claridad; incluso, llegó a reemplazar a su maestro en ciertas ocasiones, recibiendo después palabras de admiración y regocijo por parte del mismo Buda. Según el Anguttara-nikaya (3.78), tras una exposición de Ananda, luego de que éste se hubiera retirado de la reunión, Buda dijo ante los monjes: “Ananda todavía está en el sendero del adiestramiento. Sin embargo, es difícil hallar a alguien que lo iguale en sabiduría”.
Está escrito que, gracias a la intervención de Ananda, las mujeres pudieron ingresar en la orden budista; se dice que Mahāprajāpatī Gautami, tía y madre adoptiva de Buda, habiendo tomado la decisión de abandonar la vida mundana después de la muerte de su marido y liderando a muchas otras esposas śākia, solicitó al maestro que les permitiera ordenarse, a lo cual éste se negó hasta en tres ocasiones.
En una demostración de férrea voluntad, las mujeres siguieron a Buda a pie desde Kapilavastu hasta Vesāli, presentándose de nuevo ante él con el cuerpo cubierto de polvo y los pies hinchados reiterando su deseo de pertenecer a la Sangha; Ananda, conmovido, decidió interceder por ellas y planteó él mismo la petición a Buda, recibiendo también la negativa del maestro; sin desanimarse, Ananda insistió preguntándole si las mujeres que decidieran abandonar la vida mundana y vivieran según los preceptos monásticos podrían alcanzar logros espirituales y, finalmente, el estado de Arhat, a lo cual respondió afirmativamente; posteriormente, resaltó el hecho que Mahāprajāpatī había cuidado de él cuando era un niño, después de la muerte de su madre Mahamaya, argumento que terminó por convencer a Buda quien desde ese momento aceptó la conformación de una orden femenina.
Cuando Ananda vio que estaba cerca el paranirvāṇa de Buda, expresó su abatimiento por no haber alcanzado aún el estado de Arhat a pesar de haber estado tan cerca de su maestro, ante lo cual recibió las palabras de consuelo de éste, quien le indicó que había ganado mucha sabiduría y mérito en el transcurso de los veinticinco años que había pasado a su servicio, instándole a que se esforzase un poco más pues recibiría su recompensa en poco tiempo.
Debido a su extraordinaria memoria, reconocida por el resto de la comunidad budista, Ananda habría de jugar un papel muy importante en el Primer Concilio Budista, convocado por Mahākāśyapa en Rājagṛha después de la muerte de Buda con el propósito de recopilar y organizar su doctrina. Según se dice, Anuruddha propuso que, aunque la presencia de Ananda fuera indispensable, no se le permitiera asistir a no ser que alcanzara la liberación; así fue como Ananda decidió entrar en retiro y aplicarse con todas sus fuerzas en alcanzar tal objetivo; la madrugada del día del Concilio, ante el hecho de que aún no había alcanzado lo que se proponía, decidió irse a dormir, alcanzando el estado de Arhat en ese momento.
Fue así que Ananda se presentó al Concilio y, gracias a sus recuerdos, se confeccionó el Sutra Pitaka (lit.: ‘cesta de los discursos’), la segunda de las tres partes que componen el denominado Tripiṭaka o Canon Pali, que son las escrituras budistas oficiales. En estas escrituras, en los cuatro primeros Nikayas, se puede leer frecuentemente la frase: "Así oí yo decir" antes de las palabras de Buda; ese "yo" se supone que es pronunciado por Ananda quien se convertiría en el segundo sucesor de Buda, después de Mahākāśyapa.
El Canon Pali no menciona la muerte de Ananda, sin embargo, el célebre monje budista chino Fa Hsien, recogió en su peregrinación a la India una antigua tradición según la cual, cuando Ananda rondaba los 120 años, presintiendo su muerte, nombró como su sucesor a Śānavāsika y decidió realizar un viaje de Rājagṛha a Vesāli; una vez llegado allí, decidió alojarse en una isla en medio del Ganges. Tan pronto los príncipes y habitantes de Vesāli se percataron de la presencia de Ananda, acudieron a verle desde una de las riberas del río; en la otra ribera, se presentaron el rey Ajātashatru (rey de Magadha) y su séquito, que habían ido tras Ananda desde Rājagṛha. Unos y otros, le pedían a Ananda que fuera hacia su lado del río para morir y él, demostrando su gentileza y compasión, para evitar cualquier clase de disputa entre los dos bandos a causa suya, usó sus poderes psíquicos elevándose por los aires y haciendo que su cuerpo fuera consumido por el fuego para, finalmente, dejar que sus cenizas se dividieran cayendo a ambos lados del río.
Fuente: Wikipedia
sábado, 11 de julio de 2009
Carta de Patrul Rinpoche
Carta de Patrul Rinpoche,
con buenos consejos para sí mismo
Shri hijo mío,
Debes llevar esto en tu mente:
Hay tres cosas que no deberían de olvidarse:
El Guru lleno de gracia,
El Buda iluminado
Memoria y conciencia.Hay tres cosas que deberían recordarse:
El preceptor que te ordena,
Las enseñanzas que revelan el sendero,
Y la disciplina.Hay tres cosas que debes tener:
Una mente que permanezca donde esta el cuerpo,
Un cuerpo que permanezca en el lugar adecuado,
Una mente que more en un estado de relajación.Hay tres cosas que es mejor olvidar:
La cólera contra los enemigos,
El apego a los seres amados,
El sueño perezoso.Hay tres cosas que es mejor restringir:
La lengua en público,
La mano en privado,
Los pensamientos siempre.Hay tres cosas sobre las que uno debería de guardar silencio:
Las propias virtudes,
Las faltas de otros,
Nuestras intenciones para el futuro.Hay tres cosas de las que uno no debe dar muestras:
El impulso a renunciar a los apegos mundanos,
La cebada trampa de la propia hipocresía,
La insistencia en exhibir el propio fervor religioso.Hay tres cosas en las que uno debería de ser flexible:
Hablando con un amigo,
Llevando las vestimentas propias del país,
Dirigiendo la mente hacia el Dharma.Hay tres cosas que no deberían de escucharse:
Palabras aduladoras,
Charlas de última locura,
Consejo de un necio.Hay tres cosas que uno no debería ambicionar:
La fortuna de un hombre rico,
Una posición de categoría,
Vestidos superfluos.Hay tres cosas de las que uno no debería hablar mal:
De una persona respetada,
De la mercancía de otro,
De un buen amigo.Hay tres cosas que uno no debe ensalzar:
A un hombre que es vilipendiado por otros,
A un loco presuntuoso,
A tu propio hijo ante los demás.Hay tres cosas que uno no debería ni ensalzar ni criticar:
A los familiares,
A un hombre del que nada sabes,
En realidad, a nadie.Hay tres lugares a los que no deberíamos ir:
Entre gente hostil,
A una aglomeración multitudinaria,
A un lugar donde se juega.Hay tres cosas de las que no se debería hablar:
Del Dharma a quienes no quieren oírlo,
De asuntos privados con extraños,
De fantasías sin sentido.Hay tres cosas que no deberían hacerse:
Comportarse temperamentalmente con un amigo,
Hablar inconsecuentemente,
Actuar con dos caras.Hay tres cosas de las que uno debería refrenarse:
Presumir de la propia importancia,
Señalar repentinamente las faltas de los demás,
Menospreciar a los demás.Hay tres cosas que uno no debería ofrecer:
Devoción a un charlatán,
Regalos a aquellos de más alto rango,
Los más infinitos pensamientos a cualquiera.Hay tres cosas en las que uno no debería dejar la mente:
El cuerpo de hermosas muchachas,
La conducta de un amigo,
Las propias virtudes.
Hay muchas otras cosas que deberías recordar, pero lo esencial es observarte a ti mismo en todo momento. No lo olvides, tanto la práctica mundana como espiritual están aquí contenidas. Estas pocas palabras están llenas de profundo significado, no las ignores.
A mi querido hijo, Shri,
De Naljorpa Trime-Lodro.
viernes, 26 de junio de 2009
Hace unos días, el viernes 19 de junio del 2009, murió en Anantapur, al Sur de la India, con 89 años de edad, Vicente Ferrer.
Aquellos que me conocen saben lo cerca que estuve de poder trabajar con él en su gran proyecto, y lo importante que era para mi, tanto por sus valores como persona como por su labor a lo largo de más de 50 años con los más desfavorecidos de la India.
Vicente Ferrer ha logrado hacer del desierto un oasis, y como ya es sabido, su lema "Espera un milagro" se realizó, pues él consiguió el milagro de sacar agua de donde aparentemente no lo había, de dar la oportunidad de vivir dignamente a miles de personas que no la tenían, y de enseñar al mundo que realmente, si se trabaja por ello, "existen los milagros".
Aún podemos disfrutar de su pensamiento, de sus ideas y de sus valores a través de su libro "Encuentro con la realidad", un ensayo en el que Vicente Ferrer trata diversos temas espirituales y del día a día.
Ahora Vicente Ferrer ha descansado, un bien merecido descanso. Su esposa Anne y su hijo Moncho serán los encargados de continuar con su trabajo, con lo que fue su vida.
Hasta siempre Vicente, y Gracias.
lunes, 15 de junio de 2009
La danza de los mil brazos
En tanto que seas amable y haya amor en tu corazón
Mil manos vendrán naturalmente en tu ayuda.
En tanto que seas amable y haya amor en tu corazón
Alargarás con mil manos para ayudar a otros.
Esta impresionane coreografía está dedicada a Guan Yin, la Bodhisatva de la Compasión de la tradición budista.
Se realizó por primera vez en los Juegos Paraolímpicos de Atenas en el año 2004, y después recorrieron el mundo mostrando la belleza de este baile.
Y lo más impresionate es que las bailarinas son sordas, y se guían mirando a coreografos que hay situados en las esquinas del escenario.
¡Impresionante la belleza de esta danza!
domingo, 7 de junio de 2009
Cuenta la vida del principe Shiddarta, el Buda, para niños a partir de los 6-7 años de edad.
He tenido la gran suerte de traducirlo al español y me gustaría encontrar una editorial que estuviera interesada en publicarlo, ya que es una pena que en España no contemos con muchos libros de la vida de Buda para niños.
Es importante que los niños/as conozcan la historia de las diferentes religiones y filosofías, al menos de las más importantes, para que cuando crezcan, de un modo libre y ajustándose a lo que más les llene, elijan en qué quieren creer (si es que deciden creer en algo).
Si conoces alguna editorial que pudiera estar interesada en publicar un libro como "El gran viaje de Shiddarta" puedes ponerte en contacto conmigo.
Yo, y muchos niños/as de habla hispana, te lo agradecerán.
lunes, 1 de junio de 2009
Reflexión
pero tan solo un ligero murmullo asoma al exterior para entregarnos una respuesta.
Si tan solo supiérmaos que no hay nada que saber,
si tan solo sintiéramos dejando la mente navegar en su propio ser, en su propia naturaleza,
quizá hallásemos la respuesta en nuestro interior.
Mas esa voz de la mente desea saber. "Shhh, siente y escucha, y las dudas se desvanecerán por si solas", "Shhh, calla y escucha el sonido de la mar, percibe el calor del Sol, siente con el Universo".
Pero ¿y lo demás?. Simplemente será...
Cristina, dic. 2000
miércoles, 27 de mayo de 2009
Silencio
Khalil Gibrán - Obras escogidas.
miércoles, 20 de mayo de 2009
Bodhisatva en metro
Si tienes 7 minutos de tiempo, mira este vídeo. Y después reflexiona...
¿Has conseguido no reir, o al menos sonreir? Yo no.
Y creo que lo mismo que ocurre en el video, nos pasa en la vida diaria. Tanto la felicidad como el sufrimiento son contagiosos. Si nuestra mente está siempre pendiente del sufrimiento y del dolor, y vivimos en un entorno en el que todo lo que nos llega (ya sea a través de la tele, de la prensa o de los vecinos) está impregnado de sufrimiento, de dolor, entonces estaremos tristes, sufriremos, y nos meteremos sin darnos cuenta en esa rueda de dolor: la rueda del Samsara.
Pero si por el contrario nuestra mente la llenamos de pensamientos alegres, de pensamientos positivos, si nos movemos en un entorno en el que no hay excesivo sufrimiento y podemos trasmitir algo de esa paz mental a los demás, ocurrirá como en el video: también esa paz, esa alegría y esa calma se contagiará. Eso nos acercará más al Nirvana.
Tratemos, pues, de ser bodhisatvas en el metro!!!
domingo, 17 de mayo de 2009
El Dalai Lama
Ayer terminé de ver un documental sobre el Dalai Lama llamado "10 questions for the Dalai Lama", y realmente pude de nuevo comprobar la grandeza de este Ser Humano.
Hay personas que opinan que es normal que sea así ya que ha sido educado desde niño para ser lo que es, pero mi opinión es que, a pesar de haber sido educado para ello, hay que sentir y querer ser, hay que tener un Alma muy especial para ser una persona tan Sabia e Iluminada como el Dalai Lama.
Después de tanto años en el exilio, de ver a su pueblo y a su país natal sufriendo a manos de los chinos, él sigue sonriendo y perdonando, sintiendo amor hacia ellos y proclamando la no violencia como la mejor forma de combate.
Para mi el Dalai Lama es un Ser Humano extremadamente Elevado, al nivel de Gandhi, la Madre Teresa de Calcuta o el mismo Jesucristo.
Siempre con una sonrisa, siempre con un gesto de amabilidad y de bondad, el Dalai Lama sigue ofreciendo al mundo lo mejor de él.
¡Que su vida esté a salvo y perdure!
miércoles, 6 de mayo de 2009
La celebración de la Semana Santa en Grecia culmina con el sacrificio de miles de corderos inocentes que son criados para ese fin. Quizá a algunas personas no les llegue la energía que se desprende del sufrimiento animal, pero ellos también sienten.
Solo pensamos en nuestro placer sin pensar en el dolor que éste puede provocar. Para que la gente disfrute y conmemore un hecho de fé, hace falta que se produzca un sufrimiento masivo ¿Es esto amor? ¿es esto lo que le gustaría a Jesús que se hiceira el día en que se recuerda su "resurección"?
Reflexionemos...
domingo, 3 de mayo de 2009
miércoles, 15 de abril de 2009
The Path to tanquility, S.S. Dalai Lama
domingo, 12 de abril de 2009
sábado, 4 de abril de 2009
Alma
En ella caben miles de bellas experiencias, de momentos sencillos y no tan sencillos,
caben recuerdos e imágenes de gentes maravillosas, de sonisas.
Experiencias de amor y dolor.
Si, el Alma es infinita, y cuando acudimos y contactamos con ella
siempre no hace sentir como nos hizo sentir.
En el Alma cabe todo y queda todo.
El Alma lo comprende todo y lo conoce todo.
Nos puede dar paz y amor si sabemos unirnos a ella o tristeza y dolor si nos alejamos de ella o no la encontramos.
Si, creo que el Alma es lo más grande que habita en nosotros.
Infinitamente infinita y bella, eterna y transitoria, llena de pureza.
El Alma es lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos.
Aunque no lo sepamos aún somos Alma, infinita Alma.
Cristina, Julio 2002
martes, 31 de marzo de 2009
The Missing Peace
Una de las más impresionantes es esta escultura de Long Bin Chen, hecha con guías de teléfonos y que representa el ADN humano con una cabeza de Buddha, de un animal y de una persona.
Merece la pena pasarse a ver esta exposición y sacar nuestras propias conclusiones.
viernes, 27 de marzo de 2009
Reflexión sobre la muerte
La muerte. Esa compañera inseparable a la que no vemos y a veces tampoco queremos mirar. Sabemos que camina a nuestro lado, pero preferimos ignorarla pensando que, de ese modo, se olvidará de nosotros.
La muerte. Hermana gemela de la vida, a la que tanto amamos. A ella nos aferramos aunque sabemos que nos lleva de forma inexorable hacia los brazos de su querida hermana. La una no puede existir sin la otra. Las dos forman parte de un mismo Plan Divino, y sin embargo a ella, a la muerte, no la sabemos amar.
La muerte es un paso más en el Camino. Forma parte de un ciclo vital al que todos los seres estamos sujetos.
La muerte puede ser el Camio hacia la Luz, el principio, el punto de partida ¿Y por qué no?
¿Podemos llegar a entender la muerte, a amarla al igual que amamos a su hermana la vida? ¿Podemos aprender a quitarle el velo negro, a verla del mismo color blanco que a su hermana gemela?
¿Podemos aprender a invitarla cuando ha de llegar, y caminar tranquilos de su mano confiando en que nos llevará a un mundo mejor, confiando en que realizaremos el mejor viaje de nuestra vida?
¿Podemos, en definitiva, aprender a mirarla, a aceptarla, a entenderla y a vivir conscientes de su existencia?
Un difícil pero interesante camino que recorrer pues, a fin y al cabo, todos vamos a ir un día a su lado.
Si la aceptamos, nos iremos en Paz, y allá donde tengamos que llegar lo haremos con Paz.
Si la ignoramos, tendremos que llegar de igual modo pero con miedo, con anustia.
La decisión está en cada uno de nosotros.
La repuesta en nuestra propia reflexión.
Madrid, enero 2009
domingo, 22 de marzo de 2009
Una leyenda hindú
- Vamos a enterrar la divinidad del hombre bajo la tierra.
Brahma respondió:
-No será suficiente. Cavará y cavará y al final la encontrará.
Entonces los dioses propusieron:
- En ese caso podemos esconder la divinidad en lo más profundo de los océanos.
Brahma respondió:
- No, pues tarde o temprano el hombre explorará las profundidades de los océanos y seguramente un día la encontrará.
Entonces los dioses menores dijeron:
- No sabemos donde esconderla. Parece que no hay un lugar en el cielo no en la tierra ni en el mar, donde no pueda descubrirla algún día.
Y Brahma dijo:
- Esto es lo que haremos con la divinidad del hombre: la vamos a colocar en lo más profundo de sí mismo. Será el único lugar donde nunca se le va a ocurrir buscar.
Desde la noche de los tiempos, dice la leyenda, el hombre ha dado la vuelta a la Tierra, la ha explorado, escalado, navegado y cavado, buscando algo que tiene en su interior.
“Aplícate el cuento. Relatos, cuentos y anécdotas de Ecología emocional para una vida inteligente y equilibrada” de Jaume Soler y M. Mercé Conangla
martes, 17 de marzo de 2009
Exposición en Madrid
En el siguiente enlace se ofrece información sobre horarios, dirección y demás:
http://www.fundacioncanal.com/
viernes, 13 de marzo de 2009
Encontrar el Camino
No obstante, en esta situación tan trágica también hay una significativa fuente de esperanza, y es que las enseñanzas espiritulaes de las grandes tradiciones místicas aún se hallan a nuestro alcance..."
Fragmento de "El Libro Tibetano de la Vida y la Muerte", de Sogyal Rimpoché.
lunes, 9 de marzo de 2009
El Samsara
- Maestro, los años discurren incesantemente. Cuánto más vivo, más cosnciente soy de que en el mundo exterior no puedo hallar felicidad plena, contento permanente, dicha inquebrantable. ¿Por qué es así?
- Quiero que prepares un tazón de leche dulce y se la des a probar a un enfermo grave-dijo el maestro- . Luego vuelve a reunirte conmigo.
Así lo hizo el discípulo. Era un verdadero buscador de lo Inefable, pero no hallaba la dicha en esta vida. Preparó un tazón de leche dulce y se enteró de dónde había un enfermo grave. Tomando al enfermo por los hombros, le ayudó a incorporarse y le dio leche a beber. El enfermo hizo una mueca de asco y gimió:
- ¡Que amargo está esto!
El discípulo acudió ante su maestro y le relató lo sucedido. El maestro le explicó:
- Querido mio, cuando se está enfermo, hasta lo dulce sabe amargo. Cuando la mente no ha hallado su total libertad, se enreda en lo placentero y lo displacentero, y al final hay amargura, porque a todo contento termina por seguir el descotento. Persevera en tu búsqueda. En la antesala de tu mente, donde el samsara acaba, hallarás la paz.
El maestro dice: No hay mayor felicidad que la paz interior.
"Antología de cuentos de la India y el Tibet" Recopilación de Ramiro Calle.
El samsara, según la tradición tibetana, es la rueda de muerte y renacimento en la que estamos viviendo debido a nuestro karma, nuestra ignorancia y a nuestras vidas anteriores. Vivir en el samsara el vivir en el sufrimiento que produce el ciclo de nacimiento, vejez, enfermedad y muerte. Solo cuando entendemos la naturaleza del samsara y tratamos de salir de esa rueda a través de la meditación, de las buenas acciones y de la comprensión de la verdadera naturaleza de la mente, podemos alcanzar el nirvana o iluminación, el estado mental en el que no existe el sufrimiento.
miércoles, 4 de marzo de 2009
Reflexión de la Madre Teresa de Calcuta
Una bella y sencilla enseñanza de la Madre Teresa.
¡Que cosa tan importante es dar y recibir amor de verdad en el último momento de nuestro paso por esta vida! Ella supo hacerlo, y con ello ayudó a miles de personas.
Una gran mujer, un gran ejemplo, una gran enseñanza.
Meditación
La meditación en la muerte nos ayudar a frenar nuestra atracción hacia las actividades transitorias y sin sentido.
"En el camino de la tranquilidad" S.S. el Dalai Lama
lunes, 2 de marzo de 2009
Meditación
En este sentido, el entender la interdependencia hace a nuestras mentes estar más abiertas y relajadas.
En el Camino de la Tranquilidad
El Dalai Lama
domingo, 1 de marzo de 2009
Autobiografía en cinco actos
El poema dice así:
1) Bajo por la calle.
Hay un hoyo profundo en la acera.
Me caigo dentro,estoy perdido... me siento impotente.
No es culpa mia.Tardo una eternidad en salir de él.
2) Bajo por la misma calle.
Hay un hoyo profundo en la acera:Finjo no verlo.
Vuelvo a caer dentro.
No puedo creer que esté en el mismo lugar.Pero no es culpa mía.
Todavía me lleva mucho tiempo salir de él.
3) Bajo por la misma calle.
Hay un hoyo profundo en la calle.
Veo que está allí.Caigo en él de todos modos... es un hábito.
Tengo los ojos abiertos.Sé donde estoy.
Es culpa mía.Salgo inmediatamente de él.
4) Bajo por la misma calle.
Hay un hoyo profundo en la acera.
Paso por el lado.
5) BAJO POR OTRA CALLE.
viernes, 27 de febrero de 2009
Uno irá bien, y no mal, en compañia de ésta.
Dejadle que os aconseje y exhorte y os disuada del error.
Esta persona es valiosa para los nobles, pero desagradable para los mezquinos.
Capítulo VI del Dhammapada
Las Ocho Leyes del Samsara
1. La esperanza de ganancia y el miedo a la pérdida.
2. La esperanza de placer y el miedo al sufrimiento.
3. La esperanza de alabanza y el miedo a la crítica.
4. La esperanza de reconocimiento y el miedo al anonimato.
Si construimos nuestra vida en esta esperanza y en este miedo, entonces perpetuamos nuestro sufrimiento y arruinamos nuestras posibilidades de felicidad.